¿Es importante la educación ambiental en escuelas y colegios?

Por Jéssica Quintana: Máster en Innovación Educativa y Comunicadora social

En Ecuador, la educación ambiental es abordada en las escuelas y colegios con un enfoque transversal. Sin embargo, resulta cada vez más evidente la necesidad de estimular habilidades de pensamiento crítico y creativo y motivar a niños, niñas y adolescentes a observar e involucrarse más con su comunidad, promoviendo comportamientos más responsables y sostenibles en su entorno.

No solo comunicar: sensibilizar y transformar

Convengamos que las redes sociales y la comunicación digital tienen una enorme influencia social debido a su alcance masivo, de manera tal que se podría decir que establecen la agenda de lo que hablamos y si bien resultan útiles para posicionar la causa ambiental, este tema debe ser abordado a mayor profundidad con estrategias educativas más focalizadas.

Sabemos que la educación tiene el poder de transformar la vida de las personas, las comunidades y el planeta, por lo tanto el mensaje de proteger y conservar los recursos de la cuenca del Daule, ameritan el desarrollo de recursos educativos que muestren a los niños, niñas y adolescentes la riqueza de recursos naturales, culturales, y económicos de esta zona privilegiada de la que forman parte.

Al rescate de la cuenca del Daule

Así nace Al rescate de la cuenca del Daule, como un conjunto de recursos educativos entre los que se destaca 1) Un curso virtual, abierto, gratuito y on line; 2) de acompañamiento a docentes, con estrategias lúdico pedagógicas para la enseñanza sobre conservación ambiental, dirigida a estudiantes de primero, segundo y tercero de bachillerato. Apelamos a los y las docentes, como mediadores de los aprendizajes, convirtiendo las experiencias cotidianas en aprendizajes significativos que impulsan el desarrollo de una comunidad. 3) : “Al rescate de la cuenca del Daule”, con actividades lúdico pedagógicas sobre conservación ambiental para adolescentes, que busca despertar el interés por aprender cosas nuevas y mejores cada día. Liderar el cuidado del suelo y del agua y despertar el amor por la naturaleza y el cuidado de los ecosistemas representan el nacimiento de una nueva generación que ha mostrado un fuerte interés por la protección del medio ambiente y está comprometida con el aprovechamiento de los recursos y el bienestar del planeta.

¿Qué buscamos con estos recursos educativos?

  • Que los adolescentes piensen en el medio ambiente como el lugar cercano a sus experiencias, el lugar donde viven, juegan, estudian
  • Comprendan que la cuenca del Daule, el lugar donde viven, está amenaza por múltiples impactos ambientales
  • Reflexionen mediante preguntas esenciales, que los lleven a interpretar su entorno desde una mirada crítica para reconocerse como parte importante del ecosistema.
  • Realicen diversas actividades dentro y fuera del aula, de una manera lúdica, divertida, participativa e innovadora.
  • Que integren una comunidad de guardianes de la cuenca,con espacios para pensar, reflexionar y crear.

¿Para quiénes son estos recursos?

Para toda la comunidad educativa: directivos, docentes, estudiantes y padres de familia interesados, que busquen aportar de forma activa a la protección del medio ambiente a través de actividades lúdicas, generando conciencia en las futuras generaciones.

¿Por qué es importante?

Porque lo vemos cada día. A través de las agencias de noticias y redes sociales, los científicos nos advierten sobre los efectos del cambio climático que nos afecta a todos, pero en distinta medida. Según Unicef, los niños y las niñas, especialmente los que viven en pobreza extrema son los más afectados, se estima que “más de 500 millones se sitúan en lugares muy propensos a sufrir inundaciones y alrededor de 160 millones viven en países donde las sequías son cada vez más habituales”

Y estos problemas se incrementarán en el tiempo, si no tomamos medidas desde todos los espacios, desde la administración de gobiernos con políticas públicas adecuadas, desde lo privado con la búsqueda de modelos de producción más adecuados y desde el ámbito familiar y personas, tomando las medidas necesarias que reduzcan nuestra huella ecológica. En resumen, el cambio requiere de transformaciones culturales, políticas y sociales.

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